viernes, 23 de noviembre de 2007

Con las velas extendidas

 
Quizá a vos también te hayan llamado la atención unas líneas que han aparecido en la revista Vida Abundante de Julio-Agosto (Año 112- n*4) en su sección de Correo de Lectores, pag. 34.

Te puedo decir que se me cayeron las medias cuando con sorpresa leía que su comunidad no tenía salvación: "Se Hunde el barco", afirmaba.

Notoriamente se trataba de un hermano comprometido con la iglesia y que con dolor intenso en su corazón anunciaba que el desánimo de las personas que conformaban su congregación, llegaba a un punto en el cual nadie quería responsabilidades y sólo quedaban algunos viejos, porque sus hijos preferían no concurrir a la iglesia.

Casualmente ha sido una de las pocas notas de esta revista que he comentado con Ana, mi querida esposa, porque precisamente me ha entristecido el comentario de César de Entre Ríos.

Quiero destacar que hasta no hace mucho tiempo atrás, que el que haya firmado César de Entre Ríos u Horacio de Mar del Plata, no habría significado diferencia. Con gusto hubiera firmado esa carta. Sin embargo, hace un tiempo estoy notando que el Señor ha comenzado a responder las oraciones que durante tantos años hemos elevado tales como: "Señor, aviva nuestra comunidad", "Señor, moviliza y conmueve nuestros corazones y familias!".

Esta respuesta no es una de las que tiemblan los muros, ni es una en la que en determinado momento quedamos todos tendidos en el suelo con un "mágico" cambio posterior. Muy por el contrario, se trata de una suave brisa. Dios nos está mandando una suave brisa.

Nuestro pastor, casualmente (o quizá no tan casualmente) ha respondido precisamente esa carta de César con otra que apareció en el número siguiente (N*5 Pag.14 y 15) en la que destaca la necesidad de extender las velas.

Este símbolo tan gráfico nos explica que no todo "cae del cielo", el Señor pone la brisa y nosotros tendremos que extender las velas para que el barco avance y no se hunda.

Por favor lean esta nota y juntos sigamos izando las velas. Creo firmemente que los próximos años (incluido el presente) van a ser con balance positivo, sin déficit, arribando a buen puerto.

Oremos siempre por esta tarea que estamos llevando a cabo y por nuestro pastor y su familia, ya que con su trabajo y compañía nos van orientando con pasión y con amor y nos dejan, entre muchas otras cosas, con líneas como estas que contribuyen a nuestro crecimiento y evolución como comunidad cristiana.

Quizás podamos, por que no, encontrar el número telefónico de César, y podamos compartirle un poco de lo nuestro (amor-interés-buenas ondas); te aseguro que se va a sentir bien!

Horacio Olthoff

Publicado por Gerki

Casi angeles…


Ese es el título de una novela juvenil que muchos adolescentes miran por las tardes. El siguiente escrito, de una de nuestras hermanas nuevas en la congregación, me recordó este título. Que vos y yo, en nuestro diario caminar, hagamos carne lo que ella escribe.

“Sólo en mi mente imaginé la forma de los ángeles. Influida tal vez por las pinturas que los describen, en artistas como Velásquez o Gentileschi. Eran apariciones divinas que traían anuncios de Dios a las personas. Anuncios malos o ¡anuncios buenos!

Dios me concedió, en estos últimos meses, el regalo de conocer a estos seres.

Pero estos no son como me los imaginaba o como los había visto en mis pinturas. Usan pantalones o polleras; no tienen alas y no vuelan. ¿O si? Son en esencia lo mismo: hacen cosas maravillosas y en ellos se ve, claramente, a Dios en su plenitud. ¿Cómo agradecer a Dios por estos ángeles, hermanos que veo en mi iglesia y no en mi mente? Por su ayuda, por su consuelo en estos tiempos tan difíciles para mi y para muchos, por sus buenos anuncios, el calor que comparten, su entrega, y por ejercer la perfecta voluntad de Dios.

Dios, ayúdame a ser igual a ellos... Para poder volar.”

Claudia Martínez

Esta nota está tomada del boletín Como el agua, del mes de agosto de 2007. Hace referencia a la ayuda para combatir el frío que la iglesia pudo dar gracias a la generosa contribución solidaria de la Primera Iglesia Presbiteriana de Hormigueros, pastoreada por Fernando Rodríguez. Gracias!!!

Publicado por Gerki