Del 25 al 27 de mayo del corriente, en la sede del Hotel Santa Teresita (Punta Mogotes), se desarrolló el 37° Sínodo de las Iglesias Reformadas en Argentina.
Como iglesia anfitriona tuvimos el hermoso privilegio de recibir una vez más a más de 80 personas, entre delegados/as y visitas.
El lema convocante del encuentro fue: "Pero los que confían en el Señor, tendrán siempre nuevas fuerzas", tomado de Isaías 40:31a.
El Sínodo tomó importantes decisiones que afirman el rumbo de su misión, creando una mayor concienca de cuerpo y de solidaridad intereclesial, planificando estrategias de trabajo con mayor autonomía para la Mesa de las IRA, ratificando la voluntad de avanzar hacia un mayor autosostenimiento, renovando el compromiso de trabajo junto a otras iglesias (como lo demuestran claramente el pacto de parceía firmado con la Iglesia Presbiteriana de Brasil y la meta de firmar la integración con la Iglesia Evangélica del Río de la Plata el 31 de octubre de 2010).
El culto de clausura del Sínodo, ciertamente muy emotivo, se realizó en la sede de Arca de Noé. Presició la celebración el pastor local, acompañado por varias personas. El mensaje estuvo a cargo del pastor Tomás Mulder y la Sabta Cena fue administrada por el pastor Roberto Jordan (presidente electo de la nueva Mesa), junto a varios diáconos y diaconizas de diversas iglesias reformadas del país.
Fue una experiencia intensa, rica, bendecida, por la que damos infinitas gracias a Dios.
Y, por supuesto, muuuuchas gracias a cada persona que aportó lo suyo para que las cosas salieran más que bien.
Publicado por Gerki
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