viernes, 10 de septiembre de 2010

Protejamos nuestros Glaciares



A pesar de los reclamos de organizaciones sociales de todo el país y de los miles de correos electrónicos y llamadas telefónicas que realizó la ciudadanía, la Comisión de Ambiente del Senado, en una sesión a puertas cerradas, no aprobó el dictamen que habilitaba el inmediato tratamiento del proyecto de ley aprobado en Diputados y suspendió su debate en el recinto hasta el 29 de septiembre, lo que hace peligrar el futuro de la norma. 
Adherimos a esta convocatoria porque un cristiano está llamado a promover y proteger el medio ambiente, no sólo en beneficio de la comunidad humana sino por la integridad de toda la creación.La prevención de daños es el método mejor para la protección del medio ambiente y para las estrategias en favor de los pobres.Es inaceptable la contaminación. Se deben tomar decisiones y acciones para evitar la posibilidad de un daño ambiental irreversible o grave, aún cuando el conocimiento científico sea insuficiente o indeciso.
 

miércoles, 18 de agosto de 2010

Instalación Pastor Leo Maly




El pasado 8 de agosto hemos podido compartir en la hermana Comunidad de la calle Maipú en Tres Arroyos un culto en el cual se ha "instalado" al pastor Leo Maly como "ministro de la palabra" .

El coro, nervioso, se paraba y volvia a sentarse.

El templo repleto de visitas y miembros locales.
Leo predica sobre los dones.
Habíamos llegado algunos minutos antes y ya estaban varios hermanos recibiendo y entregando el orden del culto.

Se encontraba instalada la alegría general, era lógico porque estaban recibiendo a un pastor que los acompañaría en su fé durante algunos años.
Tanto el pastor Carlos como Tito han mencionado una larga lista de responsabilidades del nuevo pastor y su esposa.
Bueno, se ha mencionado que esta lista de tareas pastorales que han sujetado a las espaldas del pastor harían que no pudiera arrancar siquiera, por el elevado peso de las mismas. Pero tanto la prédica como algunas voces destacaron que es muy necesario que las cargas sean compartidas, convocando al accionar mutuo de toda la congregación.
Dios bendiga mucho a toda la comunidad de Tres Arroyos (Cristo Vive y Maipú) y puedan desarrollar juntos un camino de Fé y testimonio con la compañia de nuestro buen Señor.

El pastor Carlos Diz instala no solo a Leo sino tambien a María, su esposa.
Lectura de formularios de instalación

sábado, 14 de agosto de 2010

LA IGLESIA QUE AMO

La Iglesia que yo amo es así:
La que en vez de decir: "Deben obedecerme", dice mas bien: "debemos obedecer todos al Creador";La que está convencida y lo demuestra que el puerto es Cristo y que ella es sólo el faro que señala: el puerto está allí;
La que cree que el Espíritu está más realmente presente en un solo ser humano que ama que en todas sus organizaciones y estructuras;
La que prefiere ser sembradora de esperanzas que espigas de miedo;
La que prefiere tener siempre sus puertas abiertas, aunque pueda colársele algún intruso, por miedo a que pase de largo un sólo mensajero del Espíritu que venga enriquecerla;La que me dice honradamente, sin soberbia: "somos un pueblo en camino, hacia una meta común y necesitamos ir cogidos de la mano, beber en la misma fuente y tantear los mismos peligros":
La que cuando me equivoco me ayuda a enderezar el camino en vez de empujarme a abandonarlo definitivamente;
La que demuestra al mundo que se puede conciliar el máximo de libertad humana con la obediencia al Creador;
La que tenga tal instinto para el amor que sepa descubrirlo incluso donde nadie lo advierte;
La que me asegura que seré más cristiano cuanto más busque, mas pruebe, más profundice, más descubra aunque pueda equivocarme;
La que escucha con más seriedad y con mayor esperanza la voz de los pobres y de los débiles que la de los ricos y poderosos, porque sabe que son más libres, menos comprometidos, más abiertos al Dios que llama siempre;
La que tiene más vocación de defensora de cualquier derecho humano que de protectora de privilegios propios o ajenos;
La que cree en Cristo más que en los bancos y en la diplomacia;
La que acaba venciendo no con el poder, sino con la fuerza misteriosa y santa de su "debilidad";
La que ofrece el mismo margen de libertad y de confianza a los que creen en ella que a sus adversarios;
La que escucha con igual atención la crítica de los de dentro que de las de fuera;
La que no se conforma con no ser rica sino que ama ser pobre y lo es;
La que ante cada nuevo problema que me presenta la vida sabe darme no "su" respuesta, sino la de Cristo, y en caso de ignorarla me llama a colaborar en ella en una búsqueda común;
La que me habla más de Dios que del diablo, del cielo que del infierno, de la belleza que del pecado, de la libertad que de la obediencia, de la esperanza que de la autoridad, del amor que de la inmoralidad, de Cristo que de ella misma, del mundo que de los ángeles, del hambre de los pobres que de la colaboración con los ricos, del bien que del mal, de lo que me está permitido que de lo que me está prohibido, de lo que aún está abierto a la búsqueda que de lo ya conquistado, del hoy que del ayer;
La que sabe ser maestra y discípula al mismo tiempo;
La que no tiene otra moral que la supremacía del amor en todo;
La que me ofrece un Dios tan semejante a mí que puedo jugar con Él, y tan distinto que puedo encontrar en Él lo que ni puedo soñar;
La que es más madre que reina, más abogada que jueza, más maestra que policía;
La que tiene el fongón siempre encendido para todos los fríos y todas las soledades; el pan caliente preparado para todas las hambres y la puerta abierta, la luz encendida y la cama hecha para cuantos van de camino, cansados, en busca de una verdad y de un amor que aún no han encontrado.
A otros podrá gustarles la Iglesia con otra cara. Yo a la Iglesia la amo así, porque es de este modo como mejor me asegura la presencia viva de Cristo, el Cristo amigo de la vida, el que vino no a juzgar, sino a salvar cuanto estaba perdido.
Y permítanme añadir que este rostro de la Iglesia no va en contra ni de la liturgia, ni la jerarquía, ni el dogma; tampoco condesciende con el pecado o el relativismo; ni es signo de anarquía. Una Iglesia con este rostro sería tan humana y tan divina como Jesús sonriendo y abriendo sus brazos para perdonar, salvar y acoger a la humanidad. El Jesús en quien yo creo.

Tomado de Juan Arias: "El Dios en quien no creo"

domingo, 18 de abril de 2010

Una opinion sobre "tradiciones"

¿Qué es el Cristianismo?
por J.C. Labayen

A mediados del año 2007, Carlo Guineburg, un historiador piamontes, dio una conferencia en la biblioteca nacional bajo el título: "miedo, reverencia, terror: releer a Hobbes hoy". Citando a este filósofo inglés dijo: "la religión es un mero instrumento político para refrenar los impulsos y mantener al hombre en un estado de sujeción"..., "el Estado, el dios mortal generado por el miedo del hombre infunde terror, un sentimiento que mezcla el miedo y la sujeción,"..."para presentarse como autoridad legitima, el estado necesita los instrumentos y las armas de la religión" "supongamos que la degradación ambiental aumenta hasta alcanzar niveles intolerables. Llegado este punto, un control global sobre el mundo, sus habitantes, sería inevitable y la supervivencia del genero humano impondría un pacto parecido al qie imaginaba Hobbes, en el que los individuos renunciaban a sus libertades a favor de un super estado opresivo.
Hoy estos hechos se ven clara y patéticamente sobre un escenario donde impostura, engaño, atropello, despojo y muerte actúan bajo la bendición de fundamentalismos religiosos.

viernes, 2 de abril de 2010

Hacia un nuevo tipo de ecumenismo


Por René Padilla
El trabajo ecuménico en América Latina no es fácil, pero si creemos que realmente somos uno en Cristo y que estamos llamados a una misión integral, hay que buscar espacios para hacerlo. Las iglesias y misiones evangélicas son un espacio donde podemos trabajar codo a codo con otros cristianos comprometidos socialmente, pero a partir del Evangelio. De lo contrario, no pretendamos que estamos haciendo labor cristiana. Creo en el valor de las obras humanas, pero si queremos ser cristianos, partamos del Evangelio, partamos de nuestra unidad en Cristo, a pesar de nuestras diferencias en cuestiones de escatología o acerca de la mejor estrategia para llegar al poder, los alcances de la labor política, etc., etc. Nuestro compromiso con Cristo nos lleva a un testimonio cristiano, a ser “sal” y “luz” en medio de una sociedad en decadencia, una sociedad que muestra sus lacras en términos de niños abandonados, prostitución infantil, injusticia institucionalizada, empobrecimiento de las masas, corrupción a todo nivel. Unámonos en Cristo Jesús para dar testimonio de que hemos sido creados en él para vivir el Evangelio en todas sus dimensiones, en respuesta a los problemas que nos rodean!
Los cambios que se han dado en el panorama eclesial en estos últimos años exigen que quienes creemos en la necesidad de un testimonio cristiano unido revisemos nuestra agenda ecuménica. Es urgente que practiquemos el ecumenismo con hermanos y hermanas que tal vez puedan tener muchas limitaciones teológicas pero están viviendo y sirviendo en nombre de Cristo en medio de los pobres.
Muchas veces nuestro ecumenismo se reduce al grupo de gente que está de acuerdo con nosotros políticamente; que comparte la misma ideología de cambio social y sueña en una sociedad socialista. Si nuestro ecumenismo se reduce a eso, estamos equivocados: ¡no somos realmente ecuménicos, sino “ecumenistas”! Lo digo con dolor en el alma: muchas veces los fondos que vienen de organizaciones ecuménicas de Europa y Estados Unidos sirven para apoyar programas que privilegian al que comparte nuestra ideología pero no la fe en Jesucristo. Podemos debatir este tema, pero mi propuesta es esta: hagamos un nuevo tipo de ecumenismo verdaderamente ecuménico (valga la redundancia). Honestamente creo que en este momento hacen falta organizaciones ecuménicas pero no “ecumenistas”. En otras palabras, necesitamos organizaciones en las cuales se viva un ecumenismo a partir del Evangelio. Organizaciones “proeclesiásticas” (mejor que “paraeclesiásticas”) donde hermanos católicos progresistas que se han sentido presionados por una estructura autoritaria que ya no les da cabida, y hermanos evangélicos que tienen problemas por haber alzado la voz contra posturas de algún “papa” defensor del estatu quo, se sientan a gusto y formen un frente común como cristianos, a partir del Evangelio y al servicio del pobre, por la causa del Reino y su justicia. Esa es mi propuesta por la unidad, el Reino de Dios y su Justicia.