lunes, 27 de abril de 2009

Entre todos y todas

La vida de una iglesia necesita del aporte, de la oración, de la presencia, del consejo, de la participación activa, del compromiso económico, de la solidaridad de cada uno de sus miembros.
Es con lo que cada quien tiene para aportar que se construye el conjunto. Y es con lo que cada persona trae al grupo como se forma una COMUNIDAD.
Esta no es una tarea siempre sencilla, ya que muchas veces se privilegian intereses personales o se ponen por delante las ideas u opiniones de algunas personas por sobre las de otras.
En la Iglesia Reformada "Arca de Noé" hemos tratado de escucharnos y elaboramos un plan de trabajo que busca orientar la vida de la comunidad en los próximos años (2008-2009). Es un buen plan, porque nace del consenso y de la participación. Sin embargo, para que pueda llevarse a la práctica con posibilidades de resultados concretos, hace falta el aporte personas, constante, sincero y "jugado" de cada miembro de la comunidad. Sin ese aporte, sin la mano abierta, sin el abrazo cálido, sin la palabra de perdón, sin el encuentro sincero en la casa de Dios, sin la mirada que contagia o sin un espíritu de cuerpo, ¡cuánto cuesta!
Oremos para generar ese ánimo positivo que nos hace falta, para que todo pueda ir creciendo en armonía y con la bendición de Aquel que nos llama a ser un pueblo fiel, agradecido y consecuente.
Por nuestros chicos - Festival Solidario


El día domingo 22 de junio, desde las 20 horas, luego de celebrar nuestra fe como comunidad, abriremos nuestras puertas para desarrollar un Festival Solidario.
Lo hemos denominado: "Por nuestros chicos", ya que la mayoría de los proyectos funcionando en nuestras dos sedes tienen relación con niños y niñas en situación de vulnerabilidad.
El objetivo del encuentro solidario es múltiple:
1. Por un lado, como lo manifiesta la convocatoria, busca recaudar fondos que ayuden a recuperar los elementos robados el día 3 de mayo de la sede de la institución (por un monto cercano a los 30.000 pesos).
2. Pero, por otra parte, es una reafirmación de nuestra vocación se servicio solidario y abierto al barrio.
3. Y no menos importante, se trata también de una ocasión para afirmar vínculos entre los diversos grupos que desarrollan proyectos en nuestras sedes.
Confiamos en una buena asistencia y en poder pasar un momento enriquecedor y renovador.
Para informes, llamar al 476-4392 (teléfono de la Iglesia) o al 470-0130 (teléfono del pastor Oberman).

Oren en todo momento

Las sociedades, las instituciones, las comunidades de fe y las personas pasamos por diferentes etapas en nuestro desarrollo.
La Argentina de los años 1930 no es la misma de ahora. Ni siquiera la Argentina del 2000 es la misma que ahora.
Las ONG's van mutando, se van adaptando, van transformando su accionar de acuerdo a las demandas, a los desafíos, a los problemas.
Las personas también cambiamos... Con los años nuestros cuerpos no son los mismos, el cabello cambia de color o desaparece y hasta las ideas que supimos tener pueden sustituirse por otras que son fruto de una mayor madurez o incluso de la misma adaptación a estilos nuevos de vida.
Sin embargo, hay iglesias que viven como si el mundo fuera el de hace dos siglos atrás. No se renuevan. nada cambian, todo tratan de conservarlo en su triste afán de sobrevivencia. Viven por inercia.
No es nuestro caso, en Mar del Plata. Aquí la iglesia, desde los años '80 ha dado pasos significativos en su desarrollo, pasando por experiencias que la han marcado profundamente, como el avivamiento producido luego de la campaña de Anacondia. Luego, con la crisis del 2001, la iglesia de la calle Alvarado recuperó su visión de servicio, inaugurando varias actividades tendientes a acompañar las demandas sociales del entorno. Y en la sede de la avenida Alió, el Jardín de Infantes salió a renovar su apuesta de servicio educativo, construyendo, abriendo más salas, incorporando docentes, regularizando su situación ante el Estado (aunque sin ningún beneficio de su parte).
Todas estas cosas que han pasado son bendiciones de Dios. Pero, aun así, a pesar de percibir en nuestra historia la mano actuante de Dios, las crisis no dejan de golpearnos la puerta cada tanto. Puede ser la confrontación de visiones en cuanto al modelo de iglesia, puede ser el tema de las actitudes a asumir cuando se abre un espacio a personas nuevas, puede ser la tensión del liderazgo, puede ser una acumulación de crisis personales no resueltas, puede ser la tentación de otras ofertas más seductoras para los más jóvenes... La crisis puede nacer de cualquiera de estas cosas o de una sumatoria de varias de ellas.
Ahora bien, conscientes de la crisis podemos tomar dos caminos.
El del abatimiento, la resignación, el reparto de culpas, la búsqueda de chivos expiatorios, la deserción, esconder la cabeza en la arena (como el avestruz)o cosas parecidas.
La otra opción es la de buscar juntos y juntas en la Palabra de Dios. Leer la Biblia, hurgar en ella tratando de entender lo que Dios nos propone para esta etapa, entender la crisis como una oportunidad, como un nuevo desafío, como un llamado a renovar compromisos. Y esta es la opción que vale. esta es lo opción que garantiza poder continuar.
Por esta razón, estaremos ayunando y orando el sábado 14 de junio. Por esta razón buscaremos abrir el espíritu para dejar que EL ESPIRITU de Dios se manifieste y nos revele las múltiples facetas del amor restaurador, sanador y liberador del Señor.
Ante las crisis, ésta o cualquier otra, no nos abatimos, porque no estamos en soledad. Dios es nuestro amparo, nuestro refugio, nuestra fuerza... Y en la comunidad de fe podemos percibir el poder de su mano recreadora.
Dejemos que Dios nos conduzca a través de la tormenta y nos guíe hacia un horizonte de luz.

El pastor

Robo en la iglesia

El sábado 3 de mayo, a la madrugada, un grupo de jóvenes ingresó en la sede de la Iglesia Reformada en Mar del Plata, congregación "Arca de Noé", causando destrozos y saquendo el contenido de la obra que la comunidad desarrolla desde hace 25 en un barrio carenciado de la ciudad.

El miércoles 7 de mayo, realizaron en la comunidad un acto de desagravio.

La noticia fue destacada por canales locales por lo insólita, por lo destructiva, por lo increíble.

Ya no hay espacios respetados. Ni siquiera los que sirven al bienestar del prójimo, como el caso de la obra que desarrolla esta congregación en el Barrio Centenario, en Mar del Plata.

A comienzos de 1980, con una visión de misión y servicio, la iglesia fundada en 1955 en la ciudad balnearia, resuelve radicarse en un barrio obrero, con la firme intención de estar cerca de las necesidades de las personas.

Desde entonces ha trabajo mucho y es reconocida en la zona por sus programas de trabajo hacia el barrio. Se destacan el trabajo del Club de niños y niñas, con atención psicológica y acompañamiento de varios profesionales, así como la Orquesta barrial, además del ropero, el grupo de Alcohólicos Anónimos, un Jardín de Infantes y el apoyo al comedor El Tranvía.

Pero el sábado 3, la sorpresa y el dolor invadieron a la comunidad. Al menos 3 jóvenes ingresaron por un diminuto ventiluz de un baño y con total libertad destrozaron puertas, ventanas y otros elementos, alzándose con un botín que suma alrededor de 30 mil pesos. Pero, lo que ofende y duele no es lo material sin la agresión a la casa de Dios, que es casa de todos, que es lugar de encuentro y de servicio, de celebración y de testimonio, de proyectos abiertos y solidarios.

Por esta razón para desagraviar este espacio que Dios santificó para trabajar por su Reino, por la gente, por la construcción de espacios de crecimiento de nuestra humanidad, la iglesia convocó a un acto / oración de desagravio el 7 de mayo. Participaron muchas personas del barrio. Y en ese espacio se renovó el compromiso de seguir sirviendo y trabajando.

El informe de la comunidad de fe señala que “Nos destruyeron la orquesta barrial, robándose 22 violines, 5 chellos, 3 violas y rompiendo varios instrumentos. El grupo de música local fue saqueado. Las clases de computación no se podrán continuar por mucho tiempo, ya que se llevaron las 4 computadoras qcon las que contábamos". Y añaden: "Pero, no se han llevado algo primordial, subraya la comunidad: "el deseo de seguir trabajando, de seguir respondiendo con amor, de seguir apostando, en esperanza, a un futuro mejor para nuestra sociedad."

La iglesia está planificando actividades solidarias para recuperar lo robado y seguir trabajando.

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