jueves, 31 de diciembre de 2009

Las velas que tú has encendido en medio de nuestra noche

Rodeados fiel y silenciosamente por poderes del bien,
Misteriosamente protegidos y consolados,
Así hemos de vivir juntos estos días
Caminando unidos hacia un nuevo tiempo.

Todavía quiere el pasado atormentar nuestros corazones,
Aún nos oprime la pesada carga de días malos,
Señor, da a nuestras almas angustiadas
Aquella salvación, para la cual nos has preparado.

Y si nos ofreces el cáliz pesado y amargo
Del sufrimiento, lleno hasta el borde,
Lo tomaremos agradecidos y sin temblar
De tus manos buenas y amadas.

Y cuando nos regales de nuevo la alegría
Por este mundo y su brillante sol,
Entonces mantendremos la memoria del pasado
Y nuestra vida te pertenecerá en plenitud.

Deja que nos iluminen cálida- y silenciosamente
Las velas que tú has encendido en medio de nuestra noche,
Reúnenos, si es posible, nuevamente a todos,
Porque lo sabemos: Tu luz ilumina la oscuridad.

Y cuando la paz nos cobije profundamente,
Permítenos percibir los sonidos de inmensidad y plenitud
De aquél mundo, que se expande invisible alrededor nuestro:
El canto de alabanza de todas las criaturas de tu creación.

Protegidos misteriosamente por poderes del bien,
Esperamos confiados lo que ha de venir,
Dios está junto a nosotros en la noche y en el alba
Y con toda seguridad en cada nuevo día.

Dietrich Bonhoeffer
Poesia escrita el 31-12-1944 en Tegel

Traduccion Arturo Blatezky

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