martes, 9 de junio de 2009

“Cuando hayamos desistido de ser dioses podremos ser plenamente humanos”

Mar del Plata 7 de Junio de 2009
Domingo de la Trinidad


Carta pastoral a la Comunidad de la Iglesia Reformada
“Arca de Noé"

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Como dice el Apóstol Pablo, "Proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar." (2 Timoteo 4,2), es por esa razón que me animo a exhortarlos por medio de estas líneas, compartir y reflexionar juntos y juntas a la luz de la Palabra de Dios.

Nuestra Nación atraviesa un momento histórico comparado solo al tiempo de oro de la cultura helénica. Dioses disputándose espacios en la tierra de los mortales; haciendo alianzas y tramando engaños para que todos los mundos posibles, los del cielo y los de la tierra fueran gobernados por un único grupo capaz de llevar adelante el rumbo de la historia.

Hoy sabemos que aquellos dioses griegos eran solo invenciones de la literatura y por lo mismo “títeres de la cosmovisión de la época”. Hábiles plumas de escritores que los dejaron SER hasta el momento que como Nación los recluyeron al mundo de la Ideas, (en el decir de Platón) donde nadie sube y tampoco nadie baja.

Nuestros “dioses de turno” en la cosmovisión argentina intentan por todos los medios posibles, (alianzas, engaños...etc.) construir una historia donde los únicos protagonistas sigan siendo “dioses” y el resto de los mortales simples espectadores de la voluntad divina. Así se plantean los próximos comicios para este mes.

Claramente les digo, apoyado en la historia que nos precedió y en la Palabra de Dios que dice: “Sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede” (Mt.5,37) que toda búsqueda de perpetuación por engaño o por animosidad personal NO es de Dios y lleva tarde o temprano a la ruina. Así cayeron imperios y regímenes, de eso alguno de Uds. lo pueden testimoniar mejor que yo, por sus experiencias vividas en la historia de nuestro país y del mundo.

Como responsable pastoral tengo la obligación frente a Uds, de ser claro en este punto y juntos/as reflexionar sobre nuestra responsabilidad personal y comunitaria, Iglesia de Cristo en estos momentos. La escena política nacional nos afecta, nos permea y corroe, adormeciendo nuestra capacidad de reaccionar frente a quienes se resisten a ser humanos, mortales y sujetos de cuestionamientos. Una y otra ves la tentación: “Seréis como dioses” (Gn.3,5) toca con sus encantos a quienes piensan que por vía de engaño y búsqueda personal, ¡nadie, ningún otro/otra puede hacer las cosas mejor! Esto lo digo pensando en nuestro país, en nuestras iglesias y comunidades, en mi y en cada uno/a, nos resistimos a ser humanos y no dioses, discípulos y no maestros, seguidores y no guías.


Texto de Mateo 16, 22-26:
Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: «Dios no lo permita, Señor, eso no sucederá». Pero él, dándose vuelta, dijo a Pedro: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Tú eres para mí un obstáculo, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a si mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida? ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?

Después que Jesús anuncia su muerte en la cruz, Pedro “poniéndose delante” de Jesús lo reprende “aparte, en secreto, en voz baja, ¡que todos no escuchen porque Pedro aparentemente sabe ver mejor las cosas que el resto de los doce, y esto debe quedar entre Jesús y El!” Es el dilema de las primeras comunidades ¿Cómo Jesús, el maestro, que ayudó a tantas personas, que perdonaba en nombre de Dios y anunció sin cansar el Reino, pudo ser crucificado de esta manera? ¿No iba esto en contra de todo lo que se afirmaba de Jesús? ¿Dónde quedaba su poder, tantas veces percibido?
Con este discurso se oponían a las principales culturas de la época, entre ellas la helénica. Pero también a los que al interno de las comunidades “iban delante de Jesús” para ellos viene el apercibimiento, ¡Uds. son discípulos, seguidores… no maestros!

¡¡Por eso aunque nos llevó tiempo hemos “domesticado el Espíritu”!! concientes de que un pueblo cansado y agotado de contiendas, y engaños, acostumbrado a que “siempre fue así” se gobierna mejor, concientes en la iglesia de que “ya sabemos todo lo que Dios espera de nosotros” es que nos hemos puesto delante de Jesús para decirle “esto no va a suceder”.
Hermanos y hermanas, animémonos mutuamente a ser discípulos, a ser humanos, a ser críticos frente a todas las acciones humanas que busquen SER COMO DIOSES. Nuestros antepasados lucharon por estos ideales frente a una Iglesia Católica Romana enviciada por el poder. Seamos nosotros hoy día, hijos e hijas fieles de esa lucha en nuestro país y en nuestras iglesias.

Dijo: Juan Calvino: “La herencia de Dios es nuestra porque somos por su gracia adoptados como hijos suyos. Para que no dudemos de esta posesión, Dios la puso en manos de Cristo, de quienes somos hechos copropietarios y algo así como compañeros. Cristo tomó posesión de ella por la Cruz, y nosotros también.” ( los resaltados son míos)

Dios nos bendiga y nos lleve de su mano.




Sergio López
Vicario al servicio de la Igl. Reformada

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